En Punta Cana convergen grupos de individuos que buscan cosas totalmente opuestas y ambos lo encuentran en el mismo lugar. Me refiero a vacacionistas e inversionistas.
El primero busca alejarse un poco del ambiente laboral, de la rutina, de todo lo que implique trabajo. El segundo busca explorar nuevos horizontes de inversión, nuevas formas de lucro y experiencias que le permitan acrecentar su patrimonio y afianzar su estructura empresarial. Es cómico como dos tipos de personas que buscan cosas totalmente opuestas van al mismo lugar y al mismo tiempo. Eso es Punta Cana, sitio para compartir con la familia, disfrutar de las riquezas que nos trae la Naturaleza. Un lugar donde valoramos lo que Dios nos ha entregado: los recursos naturales y la bondad de la gente. Su entrega desmedida sin esperar nada a cambio, más que la sonrisa de un destinatario satisfecho.
Pero a su vez nuestro segundo grupo, el inversionista, encuentra una tierra de oportunidades. Lugar donde puede hacerse de una propiedad sin temor a una desvalorización, muy por el contrario. Una propiedad que forma parte de un producto apetecible por muchos por adquirir más valor con el tiempo cumpliendo con esto la condición principal de una inversión, la apreciación.
En esta tierra, los inversionistas logran proyectar un futuro positivo, donde sus inversiones forman parte de un atractivo portafolio, de interés para un mercado latente, diverso y en constate crecimiento. Pero qué pasaría si apareciera un grupo de individuos que poseyera los intereses de ambos grupos, o sea, que fuera amante de la naturaleza, de vivir con personas buenas, en un lugar carente de preocupaciones , donde el tráfico vehicular sea una frase propia de una lengua muerta como el castellano citadino; y a su vez les interesara seguir laborando, contribuyendo con el dinamismo de una economía en pujante crecimiento y aportando de igual manera a su crecimiento patrimonial, producto de su sano trabajo.
Siendo esto así, Punta Cana se pone aún mejor, ya que este grupo de individuos son miembros de los que puedan beneficiarse del 100% de lo que ofrece Punta Cana, un lugar que les permite una calidad de vida superior, propia de unas vacaciones, combinada con un espacio de inversión que nos permite generar recursos económicos en pro de nuestro bienestar financiero.
Escrito por Emil Montás
Buen artículo amigo.
ReplyDeletesaludos